El deseo de sumergirme
hasta el rincón más profundo
de mi alma,
querer volar hacia el horizonte
más alejado,
y zambullir en él,
el pequeño latido de mi ser;
ser el olvido de aquella
botella navegante
que una vez en la mar
perdió valor u sentido.
El deseo de esconderme
tras las paredes que
alumbran mi destino,
soñar con el polvo
de aquel tiempo consumido,
con la certeza de ver como
me desplomo
sabiendo lo que he perdido.
