Siguen tus recuerdos.

 

Hoy abrí aquel cajón que

prometí no volver a compartir,

escondí mis lágrimas 

entre los enigmas de mis versos,

entre las esquinas de aquellos

abrazos perdidos,

entre el ruido de la gente al

caminar por encima de mis pasos.

Hoy tras meditarlo mucho tiempo,

rebrotaron todos los males

de mi infierno.

Tus fotos, los abrazos,

disparados como rayos,

Tus caricias y mis risas,

olvidadas con los llantos.

Esperando olvidar una parte

del dolor que me causa tu recuerdo,

reuniendo fuerzas para dejar

de sentir que cada día te pierdo.

 

Tras cada letra.

 

Tras cada letra se esconde

el deseo de volar,
de abrir aquella puerta

que nunca fuiste capaz

de encontrar,
de expresar aquellos

sentimientos que viste durante

tanto tiempo marchitar.

Tras cada letra se esconden

las mil caricias que

prometiste recuperar,
la tristeza del último suspiro

que marcó la meta del camino.

Letra tras letra expresas la

parte más perdida de tu alma,
rebuscas en lo más profundo

hasta decir basta,
encuentras el tesoro más

preciado de la vida,
la alegría.

Vives en mis días pero también en mis noches.

Hoy me tapaste el sol,

descubrí la noche,

se desplegaron tus alas

y tu sufrimiento desapareció

con el amanecer.

Mi primer día sin ti lo vivo vacío,

vacío de tus buenos días,

de tus caricias,

del ruido de tus risas.

Y entre esta oscuridad tan solo

se divisa un pequeño rayo,

uno colorido y hermoso,

que aparece entre mis

amados recuerdos de ayer.

Te llevaste una parte de mi y me

dejaste una más grande de ti,

en mi interior no te has marchado,

sigue el amor que algún día te dí,

vives en mis días,

pero también en mis noches.